Archivo por días: noviembre 18, 2007

El conejo Desparejo


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El conejo Desparejo no lo podía creer. Parado frente a los estantes de la juguetería, estaba ansioso. Todo despeinado de tanto pensar.

Hoy podía elegir todos los juguetes que quisiera. Uno de cada uno. Y esta vez sin que nadie le dijera:

—No, ese juguete es muy grande.

—No, ése es muy caro.

—No, a ése ya lo tenés.

—No, no y no ¡Ese hace mucho ruido!

Desparejo se había ganado un premio. El “Sorteo Anual del Día del Conejo”. Un premio que había esperado muchas veces y esta vez, increíblemente, le había
tocado a él. Respiró hondo y empezó a elegir. Para llevarse los juguetes a casa, su mamá tuvo que contratar a un camión. Eran tantos que ocuparon toda la casa.
Entonces, se preparó para jugar.

Todos, absolutamente todos los juguetes que eligió hacían ruido. ¡MUCHO RUIDO!

Para poder jugar con todos al mismo tiempo, como él quería, su mamá tuvo que llevarlo a una fábrica de pilas. Tardó dos días en ponerle las pilas a cada uno.

Una vez preparados, los encendió uno a uno, feliz.

El cuarto de Desparejo se llenó de a poco de todo tipo de ruidos. Pi pi pi suaves se mezclaban con bocinas infernales. Chicharras y sirenas armaban una
orquesta. Musiquitas en inglés salían de teléfonos que sonaban de muchas y ruidosas maneras.

Al rato, se acercó su mamá:

—Por favor, Desparejo, apagá aunque sea algunos juguetes.

Desparejo no hizo caso. Seguía apretando los botones, muy concentrado.

Su papá le ordenó:

—¡Basta!, el ruido es insoportable.

Su hermano, que al principio estaba contentísimo con tantos chiches, protestó:

—¡No me gustan tus ruidos!

Desparejo siguió como si nada.

Una hora más tarde, la vecina de al lado, furiosa, golpeó a la puerta:

—Desparejo, ¡apagá ya ese ruido!

Nada.

Vino el portero de enfrente.

Y el carnicero de a la vuelta.

Pero nada.

Los vendedores de toda la cuadra (incluso el de la juguetería).

Nada.

La gente de la biblioteca se tapaba las orejas con los libros mientras iban hasta la casa de Desparejo:

—¡APAGÁ YA ESE RUIDO! —dijeron todos.

Nada.

Los chicos del jardín y las maestras. El barrendero, la cantante de ópera con su caniche y hasta un señor con sombrero que hablaba en inglés, vinieron.

—¡¡¡¡Shhhhhhhhhhh!!!!

Pero Desparejo tampoco podía escucharlos.

Llamaron a la policía. Vinieron los bomberos y hasta el presidente en helicóptero.

Pero el conejo seguía jugando muy feliz.

Finalmente, una a una las pilas de los juguetes se gastaron. No fue de golpe.
Fue tan despacio que Desparejo ni se dio cuenta. Hasta que el ruido paró del todo.

Un silencio increíble se sintió en el barrio.

Desparejo se quedó mudo. Inmóvil. Mirando a sus juguetes silenciosos.

Todos, el presidente, los bomberos, el policía, los vecinos de a la vuelta, enfrente y al lado. Los de la biblioteca, los nenes del jardín y sus maestras,
la cantante de ópera, el señor del sombrero, el barrendero, los papás de Desparejo y su hermano suspiraron aliviados.

Ahora, el “Premio Anual del Día del Conejo” cambió. Ya no se puede elegir cualquier juguete de la juguetería. Sólo se pueden elegir los juguetes que no
hacen ruido.

Desparejo está ansioso. Espera ganar nuevamente el sorteo. Pero ya no planea elegir los juguetes que hacen ruido. Ahora quiere elegir los juguetes que
encienden luz.

¡MUCHA LUZ!

Texto e imagen: Paula Fränkel

FAMILIAS DE HADAS


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Normalmente, las hadas suelen ser seres pequeños y de aspecto delicado, aunque necesariamente, no tiene porqué ser así. Con todo ello, se dice que hace millones de años, estos seres tenían un aspecto y tamaño normal, como el de cualquier ser humano, y que para diferenciarse de ellos fueron encogiendo, encogiendo… No se podrían enumerar todas las clases de hadas que viajan y pululan por todos los bosques de todo el mundo, ni siquiera, por nuestro entorno. Aunque lo que sí se puede es diferenciar algunos tipos fácilmente reconocibles.
DAMAS BLANCAS Suelen localizarse en Europa, y más concretamente en Alemania y países de alrededor. Con todo ello, se dice que revolotean por los castillos o en arbustos que consideran sagrados. Las Damas Blanca se podrían considerar como las más selectas de todas, representando los ideales y las virtudes, sobretodo.
Esta tipología es reconocible porque suelen vestir con atuendos blancos que denotan la pureza de sus espíritus y sus intenciones que suelen ser tremendamente bondadosas. Se dice que esta familia de hadas suele ayudar a toda persona que se pierda en un camino, y en especial a las mujeres embarazadas a quienes se les complica el parto.
DAMAS VERDES Personifican las fuerzas de la naturaleza y se dice que debido al viento, se han ido convirtiendo cada vez en más etéreas; su residencia se localiza en bosques especialmente frondosos, prados o incluso terrenos desérticos dentro de castillos de cristal, hielo o coral. Las damas verdes recibieron ese nombre debido al color del que iban ataviadas sus vestimentas. Se dice que anteriormente fueron dañinas para el hombre, pero que con el tiempo y la convivencia aprendieron a adaptarse llegando a convivir con él y facilitándole la vida.

DRIADAS Son las hadas que se localizan en los bosques y se predispone que su vida gira en torno al tiempo de vida del árbol en el que residen. Siendo hermosas, frágiles y considerándose como las Ninfas de los bosques, en innumerables ocasiones se ha dicho de ellas que reflejan rayos de color dorado en sus ojos, cuando se aparecen a los seres humanos.
Las Dríadas suelen cantar, aunque sus cantos se suelen confundir con el ruido que provoca el viento al agitar las hojas.

MANO BLANCA Son las hadas más peligrosas que se conocen pues su relación con el hombre puede resultar mortal para este último. Suelen presentarse por la noche a los viajeros, intentando seducirlos y sólo con el roce de su cuerpo, que suele ser de un blanco espectacular, el ser humano caerá en muerte o por lo menos, en ataque de locura.
LAS FATAS Son hadas de muy antaño y se consideran como una estirpe aristócrata. Se dice que son las que ponen a prueba a los hombres, por medio de disfraces.
Así que si, mientras camináis por un bosque, os encontráis a una anciana cargada de leña, que os pide ayuda, hacedlo porque seguramente se trate de una fata que quiere poneros a prueba.

Fuente: http://members.tripod.com/

La Ventana según el Feng Shui


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Según el feng shui, el interior de la casa es Yin (protegido, íntimo, privado) en contraposición al exterior que es Yang (abierto, público). Las aberturas(puertas y ventanas) representan conexiones entre uno y otro. A diferencia de las puertas, que son únicamente lugares de tránsito, la ventana permitecontemplar el exterior (Yang) desde una posición protegida (el interior, Yin).
En una ventana es posible detenerse y contemplar, meditar, tomarse un tiempo, analizar, evaluar. Una ventana que no permita sentarse a su lado y contemplar, no es una verdadera ventana, es sólo una abertura en la pared.
Una ventana es conexión con el exterior, con la luz, con el aire, con la Naturaleza y con la comunidad. Un cuarto sin ventanas nos aísla y es muy parecido a un calabozo. Un cuarto con una sola ventana recibirá la luz desde un solo lado y a veces se producirá un gradiente de luz-sombra demasiado intenso.
Estos cuartos encandilan, tal como encandilan los faroles de un automóvil que, en un viaje nocturno, se nos acerca por la mano opuesta a la nuestra. Loscuartos más agradables son los que tienen dos ventanas, mirando hacia distintas direcciones. La calidad de la luz siempre es muy superior en este caso.

Las ventanas de una casa son sus ojos y los ojos son las ventanas del alma. La ventana permite contemplar al mundo exterior y al mismo tiempo le muestra a éste el alma de la vivienda, de la familia. La ventana no es para espiar, no es para mirar sin ser visto. La ventana es para mirar y ser mirado. Las casas que no tienen ventanas al frente o que tienen las persianas siempre bajas adquieren un aire siniestro. Pero, las ventanas sin cortinas o persianas son como ojos sin párpados. Una ventana debe mostrar y ocultar al mismo tiempo. Si es muy obvia, si nos » bombardea» permanentemente con su presencia, pronto perderá su atractivo.

Debido a que una ventana no es una puerta, nunca debe llegar hasta el piso. Una puerta-ventana no es una ventana, es una puerta. Se convierte en un lugar de tránsito y no se siente de la misma forma que una ventana. El antepecho de una ventana debe elevarse unos 50cm del piso en una planta baja y algo más en los
pisos más altos.

Una ventana que no puede abrirse no es una ventana. Muchos edificios modernos no tienen ventanas, tienen paredes de vidrio, que es distinto. Los chinos asocian las ventanas corredizas con el movimiento cortante de una guillotina y las rechazan. Las ventanas más lindas son las que se pueden abrir de par en par.

Una ventana no es mejor por ser más grande. Las mejores ventanas son las de vidrio repartido. Nos permiten ver el exterior, pero siempre nos recuerdan que estamos en el interior y protegidos. Una gran superficie vidriada quiebra esta sensación y más bien permite que el exterior nos invada. Los chinos dicen que por las ventanas grandes se escapa el “chi” o la energía vital. De hecho, por las ventanas de una casa puede escapar hasta el 80% del calor generado en el interior.

La ventana puede ser un descanso y un oasis. La vida moderna nos obliga a usar nuestra vista casi siempre a corta distancia. Leer, escribir, trabajar con la computadora, fuerzan a los músculos del ojo a un trabajo intenso. La ventana que permite ver más lejos relaja al ojo. Cuanto más lejos, más relajada y tranquila la mirada. Cuando la vista de una ventana es pobre y monótona, debemos ayudarla colocando cerca de ella algo interesante y colorido. Una pintura, una planta, flores, cristales que distribuyan la luz en un arcoiris de colores, cualquiera de estas cosas puede ayudar.

Una ventana puede tener significado, que es, quizás, lo más importante. Frente a mi escritorio hay una pequeña ventana a través de la cual se ve un árbol frutal, un quinoto. Ahora está florecido y apenas comienzan a insinuarse los frutitos que madurarán en el invierno. La vista de esta ventana me ayuda a ser paciente, me recuerda que las cosas tienen su ritmo natural de desarrollo, que los frutos de mi trabajo de hoy madurarán en el mañana.

Una ventana también puede motivar y enseñar.

Marcelo Viggiano – 2002

Fuente:
www.fengshui-mundo.com