
Joaquin de Alba –Bodegón. Madrid, 1978
Hola Dios! ¿Como estas?…
Te escribo para saludarte y porque ahora si tengo que surtirme , pues la canasta básica con que me mandaste al mundo , se me ha ido agotando a lo largo de éstos años .
Por ejemplo , la paciencia se me acabó por completo al igual que la prudencia y la tolerancia .
Ya me quedan poquitas esperanzas y el frasquito de fé se está tambien vacío .
La imaginación también esta escaseando por estos rumbos.
Tambien debes saber que hay cosas en la canasta que ya no necesito como la dependencia y esa facilidad para hacer berrinches , que tantos problemas y corajes me ha ocasionado .
Así que quisiera pedirte nuevos productos para la canasta .
Para empezar me gustaría que rellenaras los frascos de paciencia y tolerancia ( pero hasta el tope ) y mandame por favor el curso intensivo de » como ser más prudente » 1, 2 , 3 .
Envíame tambien varias bolsas grandes , pero » grandes » de madurez , que tanta falta me hace .
También quisiera un costal de sonrisas, de esas que alegran el día a cualquiera.
Te pido que me mandes dos piedras grandes y pesadas para atarlas a mis pies y tenerlos siempre sobre la tierra
Regálame imaginación otra vez; pero no demasiada, porque debo confesar que en algunas ocasiones tome grandes cantidades y me hizo daño .
Nuevas ilusiones y una doble ración de fe y esperanza me caería excelente.
Te pido también una paleta de colores para pintar mi vida cuando la vea gris y oscura
Me sería muy útil un bote de basura para tirar todo lo que me hace daño.
Por favor mándame un botecito de merthiolate y una cajita de curitas para sanar mi corazón, porque últimamente ha tropezado bastante y tiene muchos raspones.
Te pido unos disquetes, porque tengo el cerebro lleno de información y necesito espacio para guardar más.
Te pido muchas zanahorias, para tener buena vista y no dejar pasar las oportunidades por no verlas.
Necesito también un reloj grande muy grande, para cada vez que lo vea me acuerde de que el tiempo corre y no debo desperdiciarlo .
No debo desperdiciarlo.
Podrías mandarme muchísima fuerza y seguridad en mi mismo, se que voy a necesitarlas para soportar los tiempos dificiles y para levantarme cuando caiga.. .
También quisiera un bote de pastillas de las que hacen que crezca la fuerza de voluntad y el empeño, para que me vaya bien en la vida y te pido unas tres o cuatro toneladas de «ganas de vivir», para cumplir mis sueños.
Necesito también una pluma con mucha tinta, para escribir todos mis logros y mis fracasos.
Pero más que nada, te pido que me des mucha vida, para lograr todo lo que tengo en mente y para que el día que me vaya contigo, tenga algo que llevar y veas que arte no desperdicie el tiempo aquí en la Tierra.
De antemano te agradezco lo que me puedas mandar y te agradezco el doble, todo lo que me mandaste la primera vez.