Archivo por días: junio 22, 2008

Huele a Dios


Un frío viento de marzo llevaba un olor a muerte en la noche de Dallas, Texas, mientras llegaba el doctor. Entró en la pieza de Diana Blessing, que todavía estaba bajo los efectos de la anestesia por la operación. Su esposo David le tomó la mano esperando las últimas noticias.

Esa tarde del 10 de marzo de 1991, las complicaciones obligaron a que Diana se sometiera a una cesárea después de 24 semanas de gestación, para que naciera la hija de la pareja, Dana Lu Blessing.

Con 12 pulgadas de altura y pesando apenas 714 gramos, ellos ya sabían que era peligrosamente prematura.

Las suaves palabras del médico cayeron como una bomba:

– No creo que lo logre – dijo tan suavemente como pudo – Hay solamente un 10% de posibilidades de que pase la noche; y aún si lo logra, su futuro podría ser muy cruel.

Adormecidos con incredulidad, David y Diana escucharon al doctor describir los devastadores problemas que Dana tendría que enfrentar si sobrevivía.

Nunca caminará, nunca hablará, probablemente sea ciega y ciertamente sea propensa a otras condiciones catastróficas, desde parálisis cerebral a un completo retardo mental, etcétera.

– ¡No! ¡No! – fue lo único que Diana podía decir.

Ella y David, con su hijo de 5 años, habían soñado largamente el día en que tuvieran una hija para formar una familia de cuatro personas. Ahora, en unas horas, el sueño se diluía.

Al pasar los primeros días, surgió una nueva agonía para David y Diana. Debido a que el sistema nervioso de Dana estaba esencialmente en «bruto», el más suave beso o caricia solamente aumantaban su incomodidad, así que ni siquiera podían poner a su hijita contra el pecho para ofrecerle la fortaleza de su amor.

Todo lo que ellos podían hacer, mientras Dana luchaba sola bajo la luz ultravioleta en el enredo de tubos y cables, era rezar a Dios para que estuviera cerca de su preciosa hijita.

No había momento en que Dana se fortaleciera.

Pero a medida que pasaban las semanas, ganaba lentamente unos gramos.

Dana alcanzó los dos meses de vida y sus padres pudieron abrazarla por primera vez. Y dos meses después, los doctores continuaron con su difíciles expectativas de vida, mucho menos de vivir una vida normal que era cercano a cero.

Dana se fue a casa desde el hospital, tal y como su madre había predicho.

Cinco años después, cuando Dana era una pequeña, pero festiva niñita, con brillantes ojos grises y un incuestionable gusto a la vida, ella no mostraba síntoma alguno de ningún impedimento mental o físico, simplemente era todo lo que una niñita puede ser y más. Pero este final feliz no es el término de la historia.

Una tarde del verano de 1996, cerca de su casa, en Irving, Texas, Dana estaba sentada en las piernas de su mamá en la gradería de un campo deportivo mientras su hermano Dustin jugaba al baseball. Como siempre, Dana no paraba de hablar con su mamá y muchos adultos estaban sentados cerca cuando, de pronto, se quedó callada. Cruzando sus brazos sobre el pecho, la pequeña Dana preguntó a su madre:

– ¿Hueles eso?

Olfateando el aire, y detectando que se acercaba una tormenta, Diana le respondió:

– Sí, huele a lluvia

Dana cerró los ojos y volvió a preguntar:

– ¿Hueles eso?

Nuevamente, su madre le respondió:

– Sí, pienso que nos vamos a mojar. Huele a lluvia.

Dana movió la cabeza, se acarició sus delgados hombros con las manos y anunció en voz alta:

– No. Huele a Él. Huele como a Dios cuando apoyas la cabeza en Su pecho.

Saltaron las lágrimas de los ojos de Diana, mientras Dana, feliz, iba a jugar con otros niños.

Antes de que empezara a llover, las palabras de su hija confirmaron lo que Diana y todos los miembros de la extensa familia Blessing sabían, al menos en sus corazones.

Durante aquellos largos días y noches de sus primeros meses de vida, cuando los nervios de la niña eran demasiado sensibles como para que la tocaran, Dios abrazaba a Dana en su pecho, y fue su aroma de amor que ella recordaba tan bien.

 Gracias Marcela Santuchi por enviarme este hermoso PPS, claro que Huele a El, Todo huele a Dios.

Un enorme beso de Sol

Susu

 

 

Juntos


Un horror,  sucedió en la localidad de Coronel Dorrego a muy pocos kilometros de Bahia Blanca:
 
ROCIO ES UNA NENA DE 10 AÑOS, QUE EL DIA MIERCOLES 18/06/2008 FUE VIOLADA Y QUEMADO SU CUERPITO EN UN 60%, EN ESTOS MOMENTOS ESTA INTERNADA EN EL HOSPITAL GARRAHAM DE LA CUIDAD DE BUENOS AIRES EN UN ESTADO MUY GRAVE. HAGAMOS UNA CADENA DE ORACION. NO IMPORTA TU RELIGION, SOLO PIDAMOSLE A NUESTRO O TU DIOS QUE LA SALVE.
 
Gracias de corazón a todos los que se unan a esta cadena y PASALO A TUS CONTACTOS, asi somos muchas almas rezando por ROCIO.
 
Besos a todos

Hermano Cuerpo


 

 

      Hagamos un experimento: te pedimos que imagines un animal silvestre que te guste en particular. Ya está? Bien; ahora te invitamos, -con las disculpas del caso-, a construir esta pesadilla: que lo cazas con una red, lo atas (bien atado), y, cual si fueras un mago, lo hipnotizas; lo vistes con apretadas ropas, y lo sometes por años a recorrer calles ruidosas y malolientes, subiendo y bajando en ascensores, viajando en hacinados compartimientos…  Le exiges que corra durante 12 horas diarias, sin resuello… Le das a comer cosas que le corroen el estómago, y luego lo desprecias por estar fofo y gordo… entonces lo privas de alimento… para después atosigarlo otra vez de comida plástica… Al paso del tiempo comienzas a sentir vergüenza de él y lo escondes ante los demás, pues se está poniendo viejo: lo untas, lo fajas, lo cortajeas «estéticamente»…

BASTA: ¡despiertas de la pesadilla! Fea, ¿verdad? Pero… ¿es irreal?

Ojalá que en tu caso sí…

 

     NO SOMOS NUESTRO CUERPO, pero vivimos en un animal. Un animal hospitalario que nos alberga toda la vida.  Aunque sucede algo extraño: la mayoría de las personas trata mejor a sus mascotas que a su propio cuerpo.

Veamos esto: algunas instituciones protectoras de animales proponen que deje de enunciarse «Soy el dueño de mi perro (o de mi gato)», pues nadie puede ser «dueño» de un animal. No son COSAS: ellos son dueños de sí mismos!

En cambio, sí autodenominarnos sus cuidadores: quienes velamos para que tengan la mejor vida posible. Del mismo modo podemos ser cuidadores de este cuerpo que nos fue dado, respetándolo, ofreciéndole lo que le sea sano, y queriéndolo tal cual es.

Si aspiramos a tener un buen vínculo con nosotros mismos, el modo en que nos relacionamos con nuestro cuerpo precisa ser revisado, hasta llegar a percibirlo con AMISTAD, TERNURA y GRATITUD; como le llamó Benedetti: «Hermano Cuerpo».

 

     Una antigua visualización taoísta sugiere acariciar con la mente cada órgano, impregnándolo de afecto, como quien felicita a sus obreros por hacer que la empresa produzca aún bajo altas presiones. Así podemos percibir, inclusive, que cada órgano, cada célula, es un animalito en sí mismo: animalitos sumamente inteligentes, que cumplen su tarea tan bien como pueden las 24 horas del día, y que comprenden, -aún mejor que nosotros-, la necesidad de trabajar en comunidad, cada uno para el bien de todos. Es justo que les reconozcamos su tarea diaria de tantos años!… Decirle a cada uno, y al cuerpo todo, con compasión y cariño: «Gracias!». Y quizás también pedirles PERDÓN, por el rechazo, el maltrato, la sobre-exigencia y, particularmente, por nuestra ignorancia.

Así le dice a su corazón de carne la poetisa polaca Wislawa Szymbroska (Premio Nobel de Literatura 1996):

 A MI CORAZÓN, EN DOMINGO

 

Gracias te doy, corazón mío,
por no quejarte; por ir y venir
sin premios, sin halagos,
por tu diligencia innata.
      
Tienes setenta merecimientos por minuto.
Cada una de tus sístoles
es como empujar una barca
hacia alta mar
en un viaje alrededor del mundo.

Gracias te doy, corazón mío,
porque una y otra vez
me extraes del Todo,
y sigo separada aún en el sueño:      
cuidas que no me sueñe, cuando vuelo,
hasta el extremo de ese vuelo
para el que no se necesitan alas.
      
Gracias te doy, corazón mío,
por haberme despertado de nuevo;
y aunque es domingo,
día de descanso,
bajo mis costillas
continúa el movimiento de un día laboral.

 

 Virginia Gawel & Eduardo Sosa

 http://pensamientosensible.blogspot.com