El AMOR es una energía que brota espontáneamente del interior de todo ser humano. En la medida en que nos alineamos con ella logramos hacerla fluir a través de nuestras actitudes, expresión corporal, gestos, palabras y acciones.
Cuando le damos cabida al AMOR en nuestro corazón, esta energía comienza a transformarnos internamente.
EL AMOR INCONDICIONAL es la capacidad de amar a otro ser humano, sin esperar algo a cambio…
El AMOR tiene diversas formas de manifestarse y envolver todas nuestras relaciones personales. Podemos sentir AMOR hacia nosotros mismos, hacia nuestros padres y familiares, hacia nuestros hijos, hacia nuestros amigos, hacia nuestra pareja, hacia los demás, hacia la naturaleza, hacia Dios y toda su Creación.
El Verdadero AMOR nos estimula a dar lo mejor de nosotros mismos sin esperar, por el solo deseo de compartir y aportar.
El AMOR se basta a sí mismo, se debe entregar sin condición y a manos llenas, sin esperar ninguna recompensa, porque cuando entregamos AMOR INCONDICIONAL nos llenos y satisfechos internamente
EL AMOR INCONDICIONAL, nos impulsa a perdonar y a perdonarnos a través de la comprensión y de la responsabilidad parcial que asumimos frente a cada situación que vivimos.
Hemos perdido nuestra capacidad de Amar, de reconocer ese estimulo interno que nos motiva a dar lo mejor de nosotros a los demás, nos hemos vuelto en muchos casos interesados, materialistas e infelices a causa de la pérdida del calor humano que sentimos cada vez que nos conectamos al AMOR UNIVERSAL. El AMOR motiva la solidaridad, la amistad y la familiaridad, es a través de el que encontramos la fortaleza para vencer nuestros temores y debilidades, para rescatarnos y levantarnos y continuar trabajando por un bien común.
NOEMI
El AMOR es un sentimiento, es la expresión más sublime del ser humano, que no se puede negociar, manipular o comprar, solo se puede entregar, dar, regalar a manos llenas, sin ninguna condición.
Lamentablemente en muchos momentos el egoísmo nos lleva a condicionar el AMOR: Si tu me das yo te doy, si me quieres yo te quiero, si tu me cuidas yo te cuido, y así vamos dosificando lo que sentimos por cada persona, como si el AMOR fuese una constante negociación, donde el interés personal determina los términos de la relación.
Cuantas veces sin darnos cuenta somos nosotros mismos quienes le condicionamos el AMOR a nuestros hijos?
Les decimos: si no te comes la sopa, no te quiero, si te ensucias la ropa o si no te comportas como yo quiero… pareciera que el AMOR esta condicionado a los actos y deja de un sentimiento.
En las relaciones de parejas muchas veces se manifiesta el AMOR CONDICIONAL: Lo amaría si cambiara, si fuera más detallista, si bajara de peso, si hiciera lo que yo quiero…