Archivo por días: diciembre 28, 2013

★AYUNO DE PALABRA★


Todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que todavía no has resuelto de ti mismo.

Deja que cada quien resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida.

Ocúpate de ti mismo, no te defiendas.

Cuando tratas de defenderte en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión.

Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz.

Tu silencio interno te vuelve impasible.

Haz regularmente un ayuno de la palabra para volver a educar al ego que tiene la mala costumbre de hablar todo el tiempo.

Practica el arte de no hablar.

Toma un día a la semana para abstenerte de hablar.

O por lo menos algunas horas en el día según lo permita tu organización personal.

Este es un ejercicio excelente para conocer y aprender el universo del Tao ilimitado en lugar de tratar de explicar con las palabras qué es el Tao.

Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio.

Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente.

Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya. El poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio.

Si tu ego se impone y abusa de este poder, el mismo poder se convertirá en un veneno, y todo tu ser se envenenará rápidamente.

Quédate en silencio, cultiva tu propio poder interno.

Texto Taoísta

DISPUESTA A PERDONAR


Imagen

Me gusta la sensación de libertad que siento cuando me quito la pesada capa de críticas, miedo, culpa, resentimiento y vergüenza.Entonces puedo perdonarme a mí y perdonar a los demás. Eso nos deja libres a todos.
Renuncio a darle vueltas y más vueltas a los viejos problemas.Me niego a seguir viviendo en el pasado.

Me perdono por haber llevado esa carga durante tanto tiempo, por no haber sabido amarme a mí ni amar a los demás.

Cada persona es responsable de su comportamiento, y lo que da, la vida se lo devuelve.

Así pues, no necesito castigar a nadie, todos estamos sometidos a las leyes de nuestra propia conciencia, yo también.

Continúo con mi trabajo de limpiar las partes negativas de mi mente y dar entrada al amor.

Entonces me curo.

Louise Hay