Archivo por meses: diciembre 2011

LOS 4 CUATRO MIEDOS DEL NIÑO INTERIOR.


Sin importar qué edad tengamos, todos llevamos en nuestro interior a un niño herido. Ha sido herido por no haber sido amado, o por no haber recibido amor y cuidado del modo que él necesitaba.

Uno de los pasos fundamentales para crecer y poder amarnos a nosotros mismos es conocer a nuestro niño interior, y darle ese amor que tanto necesita.

De lo contrario, nos comportamos identificados inconscientemente con él, y esto afecta a nuestras relaciones de pareja, con los colegas de trabajo y amigos.

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Saber diferenciar a ese niño interno de nuestra faceta adulta es imprescindible, sino esperamos que nuestra pareja o alguien más le cuide, y proyectamos en el otro a nuestro Padre o Madre. Y esto está destinado al fracaso, puesto que nadie puede darle a ese niño lo que necesita. Es nuestra responsabilidad hacerlo.

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La mayoría de las veces que sentimos miedo, en realidad quien lo siente es nuestro niño interior. Conocer el origen de esos miedos es el primer gran paso para poder superarlos.

El niño interior tiene básicamente cuatro miedos:

Uno de ellos es el miedo a enfrentar. Teme que, al hacerlo, sea rechazado. Este miedo lleva a caer en patrones de víctima, o a ser cobarde, tímido, y a sentirse inferior a los demás.

Así que si percibes que no te animas a decir lo que quieres, lo que necesitas o lo que te disgusta, en realidad es tu niño interior quien te está limitando. Y si no enfrentas las situaciones desde tu adulto, y callas lo que de verdad necesitas decir, estás creando serias dificultades en tus relaciones personales, y te sentirás impotente e insatisfecho.

Otro miedo que el niño interior siente es el miedo al abandono. Esto lleva a sentir celos, a ser posesivo, y a tener la necesidad de manipular.

La única manera de superar este temor es garantizarle que tú siempre estarás con él, que le cuidarás y atenderás incondicionalmente, siempre.

El miedo a la pérdida que siente este niño nos lleva a sentir una profunda inseguridad. Para ocultar este miedo, nuestro ego se disfraza de lo opuesto, y entonces adoptamos una actitud agresiva, y podemos llegar a ser incluso fanáticos.

Y el miedo a la muerte que siente nuestro niño interior se transforma en desconfianza, egoísmo, apegos, fobias e histerias.

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Al hacernos conscientes de cuál es el origen de nuestros miedos, podemos sanarlos desde la raíz, y para esto es imprescindible establecer una conexión amorosa y profunda con nuestro niño interior.

De este modo sanamos las heridas del pasado, y podemos crear para nosotros mismos realidades libres de inseguridades y bloqueos.

Hoy…Jodorowsky


No voy a desdeñar el presente por un misterioso porvenir.
Lo que vendrá, vendrá y lo acepto.
Dejaré de afirmar que mi realización está en el futuro.
Es ahora cuando debo realizarme, hacer fructificar mis potencialidades.
Seré lo que soy y no lo que los otros quieren que sea. Lo que no soy, nunca lo seré. Lo que en verdad soy, lo seré siempre.
No guiaré mis acciones por miedo a castigos infernales o por codicia de premios celestiales.
Si Dios no está aquí, no está en ninguna parte. Si yo no estoy aquí, no estoy en ninguna parte.
Si hay un más allá, no necesito saberlo ahora. Cuando venga lo que tiene que venir, si es algo, nada me impedirá saberlo. Si es nada, yo también seré nada. ¿Por qué entonces angustiarme?
Aceptaré las leyes proclamadas por la colectividad, pero en mi mente y en mi corazón permaneceré libre de pensar y amar lo que desee.
A.Jodorowsky

La resiliencia


La resiliencia es la capacidad de un grupo o de una persona de afrontar, sobreponerse a las adversidades y resurgir fortalecido o transformado. Es la capacidad de una persona o de un grupo de desarrollarse bien, para seguir proyectándose en el futuro a pesar de cruzarse con acontecimientos desestabilizadores, encontrarse con condiciones de vida difíciles y padecer traumas graves. Cuando nos encontramos con situaciones que parecen no tener salida, la resiliencia nos invita a desbloquear la mirada paralizada, dar vuelta atrás del callejón sin salida y encontrar nuevas salidas, nuevas posibilidades. Consiste en reanimar lo que creemos acabado, sortear aquello que parecía que no se podía huir. “Reencuadrarnos” a nosotros mismos, redescubrir aquello extraordinario que todas las personas poseemos, sacar a la luz nuestro “tesoro” escondido. El proceso resiliente es parecido a la creación de la perla dentro de una ostra. Cuando un granito de arena entra en su interior y la agrede, la ostra segrega nácar para defenderse, como resultado crea una joya brillante y preciosa.
El término resiliencia proviene del latín resilio que significa volver atrás, volver de un salto, rebotar, saltar hacia atrás, ser repelido o resurgir. El concepto no es nuevo en la historia. Se trata de un término que surge de la física y la mecánica, de la metalurgia, y se refiere a la capacidad de los metales de resistir un impacto y recuperar su estructura original. Ser resiliente significa ser rebotado, reanimarse, avanzar hacia adelante después de haber padecido una situación traumática.

FELIZ NOCHE BUENA !!


♥♥♥ Que esta navidad nos inunde de hermosos pensamientos, de magia y agradecimiento. Agradezco a mis hijos y sus logros , su amor, a mi carrera, a mis amigas, a mis mascotas Todos me brindan amor. Agradezco la salud, el dinero, voy a pedir y seguir pidiendo por la gente, por los medicos para que Dios guie sus manos y sus palabras, por los que manejan que Dios guie sus sentidos, por mis alumnos que Dios los guie para seguir madurando y que esten bien cuidados, pido bienestar para mis profes para que siga fluyendo en ellas la creatividad, por mis amistades, por las de siempre, las pasajeras, las del face, que Dios las mantenga siempre hermosas, alegres y brillantes !!! ! Y una tranquila NAVIDAD! ♥♥♥Su 🙂

CUENTO NAVIDEÑO HUMILDE



LA PEQUEÑA ESTRELLA DE NAVIDAD. Pedro Pablo Sacristán

De entre todas las estrellas que brillan en el cielo, siempre había existido una más brillante y bella que las demás. Todos los planetas y estrellas del cielo la contemplaban con admiración, y se preguntaban cuál sería la importante misión que debía cumplir. Y lo mismo hacía la estrella, consciente de su incomparable belleza.

Las dudas se acabaron cuando un grupo de ángeles fue a buscar a la gran estrella: Corre. Ha llegado tu momento, te llaman para encargarte una importante misión. Y ella acudió tan rápido como pudo para enterarse de que debía indicar el lugar en que ocurriría el suceso más importante de la historia.

La estrella se llenó de orgullo, se vistió con sus mejores brillos, y se dispuso a seguir a los ángeles que le indicarían el lugar. Brillaba con tal fuerza y belleza, que podía ser vista desde todos los lugares de la tierra, y hasta un grupo de sabios decidió seguirla, sabedores de que debía indicar algo importante.

Durante días la estrella siguió a los ángeles, indicando el camino, ansiosa por descubrir cómo sería el lugar que iba a iluminar. Pero cuando los ángeles se pararon, y con gran alegría dijeron “Aquí es”, la estrella no lo podía creer. No había ni palacios, ni castillos, ni mansiones, ni oro ni joyas. Sólo un pequeño establo medio abandonado, sucio y maloliente.

– ¡Ah, no! ¡Eso no! ¡Yo no puedo desperdiciar mi brillo y mi belleza alumbrando un lugar como éste! ¡Yo nací para algo más grande! Y aunque los ángeles trataron de calmarla, la furia de la estrella creció y creció, y llegó a juntar tanta soberbia y orgullo en su interior, que comenzó a arder. Y así se consumió en sí misma, desapareciendo.

¡Menudo problema! Tan sólo faltaban unos días para el gran momento, y se habían quedado sin estrella. Los ángeles, presos del pánico, corrieron al Cielo a contar a Dios lo que había ocurrido. Éste, después de meditar durante un momento, les dijo: Buscad y llamad entonces a la más pequeña, a la más humilde y alegre de todas las estrellas que encontréis.

Sorprendidos por el mandato, pero sin dudarlo, porque el Señor solía hacer esas cosas, los ángeles volaron por los cielos en busca de la más diminuta y alegre de las estrellas. Era una estrella pequeñísima, tan pequeña como un granito de arena. Se sabía tan poca cosa, que no daba ninguna importancia a su brillo, y dedicaba todo el tiempo a reír y charlar con sus amigas las estrellas más grandes.

Cuando llegó, este le dijeron: La estrella más perfecta de la creación, la más maravillosa y brillante, me ha fallado por su soberbia. He pensado que tú, la más humilde y alegre de todas las estrellas, serías la indicada para ocupar su lugar y alumbrar el hecho más importante de la historia: el nacimiento del Niño Dios en Belén.

Tanta emoción llenó a nuestra estrellita, y tanta alegría sintió, que ya había llegado a Belén tras los ángeles cuando se dio cuenta de que su brillo era insignificante y que, por más que lo intentara, no era capaz de brillar mucho más que una luciérnaga.

“Claro”, se dijo. “Pero cómo no lo habré pensado antes de aceptar el encargo. ¡Si soy la estrella más pequeña! Es totalmente imposible que yo pueda hacerlo tan bien como aquella gran estrella brillante… ¡Que pena! Mira que ir a desaprovechar una ocasión que envidiarían todas las estrellas del mundo…”.

Entonces pensó de nuevo “todas las estrellas del mundo”. ¡Seguro que estarían encantadas de participar en algo así! Y sin dudarlo, surcó los cielos con un mensaje para todas sus amigas: «El 25 de diciembre, a medianoche, quiero compartir con vosotras la mayor gloria que puede haber para una estrella: ¡alumbrar el nacimiento del Niño Dios! Os espero en el pueblecito de Belén, junto a un pequeño establo.»

Y efectivamente, ninguna de las estrellas rechazó tan generosa invitación. Y tantas y tantas estrellas se juntaron, que entre todas formaron la Estrella de Navidad más bella que se haya visto nunca, aunque a nuestra estrellita ni siquiera se la distinguía entre tanto brillo. Y encantado por su excelente servicio, y en premio por su humildad y generosidad, Dios convirtió a la pequeña mensajera en una preciosa estrella fugaz, y le dio el don de conceder deseos cada vez que alguien viera su bellísima estela brillar en el cielo.

Y Colorín Colorado

Feliz Solsticio !!!!


Solsticio de Verano, el día más largo del año, la noche más corta, un punto de inflexión.
El solsticio de verano es un día especialmente fecundo para dar gracias al Sol por ser el sustento de la vida en nuestro planeta, la manifestación visible de la luz dentro de todas las cosas.
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«Este es el tiempo de la rosa, de su florecimiento,
su fragancia y su sangre.
Ahora en este el día más largo, la luz triunfa,
y a la vez comienza su declive frente a la obscuridad.
El Rey Sol abraza a la reina del verano
en un amor que es como la muerte por que es tan completo que todo lo disuelve
en una canción de éxtasis que mueve los mundos.
Así, el rey de la Luz muere y navega hacia los mares obscuros del tiempo
en busca de la isla de la luz que es el renacer.
Giramos la Rueda y compartimos su destino,
pues hemos sembrado las semillas de nuestros cambios y debemos aceptar su crecimiento más allá del paso del sol».

(The Spiral Dance)

Gracias Maru!

Las Tres Rejas


El joven discípulo de un sabio filósofo llega a casa de éste y le dice:
-Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…
-¡Espera! lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

-¿Las tres rejas?
-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
-No, en realidad no. Al contrario…
-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
-A decir verdad, no.

-Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, enterrémoslo en el olvido.

 

Feng Shui para las Fiestas.


Digámoslo claro: ningún texto tradicional de feng shui alude a la posibilidad de aplicarlo a una fiesta navideña; ni la ubicación del arbolito de navidad o sus colores modificarán en nada el feng shui de su casa, ni tampoco atraerán la buena o mala suerte. Pero vamos, podemos dejar de ser tradicionalistas por un rato y tratar de aplicar algunos conceptos de la ciencia china del Feng Shui para planificar las reuniones que nos toca organizar. Básicamente, lo que queremos lograr es que nuestros invitados se sientan bienvenidos y confortables y, en especial, que el entorno favorezca la expresión de nuestros sentimientos de afecto y amistad.

 

La Entrada:

La entrada a una casa tiene mucha importancia, porque marca “la primera impresión” del invitado y, como sabemos, no hay una segunda oportunidad de causar una buena primera impresión. Por lo tanto, debemos prestar especial atención a todo lo que se encuentre en el sector de recepción: debe apuntar a crear el mensaje de que el invitado es bienvenido y de que no tiene nada de qué preocuparse. Todos los sentidos: la vista, el oído, el olfato y el tacto, deben quedar implicados.

  • Además de los tradicionales adornos de Navidad, coloque en la puerta algunas campanitas que suenen alegremente con la llegada de los invitados.
  • Para crear una sensación instantánea de bienvenida, aromatice el sector de recepción con aceites esenciales de bergamota, naranja o jazmín. Evite la lavanda, que es sedativa, y los perfumes densos como el patchouli o el ylang ylang.
  • Si Ud. visitó un museo alguna vez, habrá notado que encontrarse rodeado de objetos valiosas y frágiles, como jarrones o cosas así, tiende a hacernos sentir un poco incómodos. Por lo tanto, retire del sector de recepción cualquier cosa que pueda caerse y romperse con facilidad, como jarrones o cristalería.
  • Por razones similares, el predominio del color blanco a nuestro alrededor nos comunica que debemos comportarnos con cuidado. Si en su recibidor o sala de estar predomina el color blanco, coloque algunos detalles (flores, almohadones, adornos) de color rojo o naranja, para llamar la atención.
  • Plantas, flores e incluso una fuente de agua son todos detalles excelentes para el área de recepción. Si le gustan los adornos chinos, un buda sonriente también es ideal.

 

El camino de la energía.

Cuando por ejemplo Ud. entra a un local comercial e inmediatamente reconoce adónde debe dirigirse para conseguir o ver lo que desea, cuando puede probar o probarse los artículos que le interesan y cuando se siente a gusto en ese lugar, tenga por seguro que en ese local se ha conseguido un buen feng shui, en otras palabras, un adecuado flujo de la energía o Chi. No necesitamos, por ahora, saber más que esto acerca del Chi. Volviendo a nuestra fiesta, sus invitados se sentirán mejor si pueden reconocer de inmediato en dónde pueden dejar sus carteras y abrigos y adónde deben dirigirse después, casi sin que sea necesario que Ud. se los diga.  Algunos de sus invitados pueden tener más familiaridad con la casa y moverse con confianza, pero otros no tanto.

En relación al flujo del Chi, los puntos importantes son:

  • El lugar de guardarropa se debe  ubicar preferentemente hacia la derecha de la entrada. En general, el lado derecho se percibe más amigable que el izquierdo, pero si a la derecha no es posible, a la izquierda también funcionará.
  • El lugar de reunión (por ejemplo, la mesa en donde se hará la cena) no debe estar directamente enfrentado a la puerta, no debe verse enseguida de trasponer la puerta. Si esto sucede, coloque entre la entrada y la mesa una barrera visual, tal como un biombo, o plantas altas. En una reunión nocturna en un jardín, una hilera de faroles o velas puede ser suficiente.

Después de “El Tigre y el Dragón” llegan “El Fénix y la Tortuga”

Es indudable que para título de película “El Tigre y el Dragón” suena mejor que “El Fénix y la Tortuga”, pero para el Feng Shui hay que considerar a estos cuatro animales, todos juntos; se los llama “los guardianes celestiales”. Son nombres rimbombantes, cierto. Para sus invitados, la “Tortuga” es aquello que resguarda sus espaldas, y es especialmente importante para los comensales que quedan sentados de espaldas a la puerta de acceso. La “barrera visual” que señalamos anteriormente cumplirá además la función de Tortuga.

El Fénix es lo que sus invitados tendrán al frente a medida que ingresan. El Fénix representa simbólicamente algo así como un ideal de futuro, una aspiración aún no materializada. Naturalmente, este concepto hay que “bajarlo” a la realidad de cada circunstancia. En una cena navideña el lugar del Fénix lo ocupará, por ejemplo, el arbolito de Navidad y los regalos (¡al fin les dije dónde poner el dichoso arbolito!).  Los invitados deben verlo al fondo de salón, algo más lejos.

El Tigre representa nuestro lado racional y práctico, al ingresar al espacio de reunión sus invitados deben encontrarlo a la derecha y es buen lugar para colocar vajilla y otros elementos auxiliares de la cena.

El Dragón representa nuestro lado intuitivo-emocional, se ubicará a la izquierda y es buen lugar para acomodar retratos familiares etc. Para los detallistas, el color de la Tortuga es el negro, el del Tigre el blanco, el del Fénix el rojo y el del Dragón el verde. Sin embargo, lo más importante es el significado de cada uno, el color puede pasar a segundo plano y adaptarse a la paleta de color del ambiente. No haga un colorinche sólo para cumplir con los preceptos del feng shui.

 

A propósito del color…

Si tenemos la posibilidad de variar el color de la mantelería y la vajilla, podemos elegirlo de acuerdo al efecto que necesitemos lograr.

  •  Predominio de blanco y metalizados: Protocolo y formalidad.
  • Amarillo y colores naturales: Confianza y optimismo.
  • Rojo – durazno: Fraternidad y alegría.
  • Azul: Calma y tranquilidad.
  • Verde: Compañerismo e informalidad.
  • Negro: Sofisticación y misterio.
  • Violeta: Jerarquía, señala un evento importante y extraordinario.

Combine los colores como más le guste para lograr el efecto deseado y no se preocupe más que eso, porque su suerte no cambiará ya sea que elija un color u otro.

 

Si se anima a usar la brújula.

La verdad, hemos banalizado un tanto los conceptos del feng shui, pues éstos en realidad se aplican al paisaje, a las formas de ríos y montañas, requieren del uso de una brújula especial y de fórmulas que son bastante complejas. También hay energías anuales que rotan periódicamente. Si se anima, podemos orientarlo para usarlas a su favor.

Existen nueve estrellas en el feng shui, nueve expresiones diferentes de la energía, cada una aplicable a un propósito diferente. Las estrellas se identifican con números, del 1 al 9. Nos interesa especialmente la estrella 8º, pues es la que se vincula a la armonía y felicidad familiar. Durante este año y hasta el 4 de febrero, la estrella 8º se encuentra en el noroeste. Con una simple brújula o si tiene idea de cómo está orientada su casa, determine cuál es el cuarto que mira justamente al noroeste. Si es el comedor o la sala, es decir, el lugar en donde se realizará la fiesta, excelente. También está muy bien si corresponde a la entrada, o a la cocina.

En caso de que no corresponda a ninguno de los cuartos en donde se realizará la fiesta, no todo está perdido. Aún puede beneficiarse con la energía de la estrella 8º: coloque unas velas encendidas, o una lámpara de aceite en el cuarto noroeste de la casa. Si por alguna razón (niños jugando etc.) esto resulta peligroso, reemplácelas por una luz roja y si aún lo de la luz resulta impracticable, reemplácelas por un adorno de color rojo. Así, activará la benéfica energía de la estrella 8º y probablemente gozará de una velada más armónica y feliz. ¡Felices Fiestas!

 

Marcelo Viggiano.

Pobrezas


Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio, ni pueden comprarlo.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar, como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen el derecho de respirar mierda, como si fuera aire, sin pagar nada por ella.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen más libertad que la libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que viven dramas pasionales con las máquinas.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que son siempre muchos y están siempre solos.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no saben que son pobres.